Nos llevó varios días llegar desde Argentina hasta la Fazenda Boa Sorte en proximidades de la población de Café en el departamento Espíritu Santo - Brasil.
Cruzamos primero a Ciudad del Este en Paraguay.
Desde allí hasta Río de Janeiro el pasaje en colectivo costaba 25% menos que desde Iguazú Argentina.
Uno cruza el puente internacional en colectivo de línea y debe estar muy atento porque no se detiene en migraciones y cruza los tres países sin ningún control.
Al ingresar nuevamente a Brasil intentaron cobrarnos una multa de 100 dólares por esta causa pero explicamos la situación y nos dejaron pasar.
Las Vivencias en Paraguay fueron breves pero intensamente dolorosas.
El contraste entre la locura del consumo materialista y el contrabando por un lado
y la cara más pobre y marginada de nuestros hermanos guaraníes
Llegamos a Río de Janeiro a las 6 de la mañana sin saber hacia donde seguir.
Teníamos mal agendados nombres y datos.
El valor de la comida 3 veces superior a la argentina,
el alto costo del alojamiento y la imposibilidad de cambiar pesos o dólares por reales en la terminal nos llevaron a la playa Copacabana en colectivo en busca de divisas para continuar viajando.
A las 6 de la tarde en invierno la playa estaba encantadora
La poca gente que había gozaba a su manera del lugar y sus ofertas
nos pusimos cómodos y hasta nos mojamos en el mar pero al caer el sol seguimos viaje
Nos asombró la gran ciudad, sus morros y sus fabelas
las hermosas playas,
y una serie de inscripciones geroglíficas presentes en todas las paredes,
puentes y edificios que luego supimos se atribuyen a diferentes bandas del lugar.
descansamos un rato en la arena y cenamos una tapioca hecha con mandioca y banana por tres reales y medio.
luego volvimos a la terminal para viajar a Guasuí.
Arribamos a las 4 de la mañana del domingo día de la madre y la ciudad estaba desierta.
Una pareja que nos vio perdidos nos ayudó a encontrar la casa de la familia que buscabamos y luego nos condujo a un hotel económico.
Nuestra dificultad con el idioma nos ponía aprueba a cada paso. Como no hallamos a la persona que buscábamos continuamos viaje.
Llegamos a la ciudad de Alegre.
Flaviana y Favio nos conocieron en el colectivo y generosamente nos ofrecieron su ayuda.
nos facilitaron conexión a Internet, averiguaron sobre personas y direcciones.
nos alojaron en su casa con total confianza
Y nos ayudaron a hallar la Fazenda de Boa Sorte a unos 20km hacia el Sur
llegamos en taxi y pudimos reconocer el lugar por fotos de personas conocidas que hallamos en la casa
La convicción de llegar y el encantador trato de las personas del lugar hicieron posible el milagro y al cuarto día llegamos a la Toca do Murciego (Cueva del murciélago)
Donde el Capi nos recibió con deliciosas frutas del lugar. Gracias a todos y cada uno!!!
Íbamos por 3 días...
Nos quedamos 3 meses.