martes, 31 de mayo de 2011

La Toca del Murciego

Nos llevó varios días llegar desde Argentina hasta la Fazenda Boa Sorte en proximidades de la población de Café en el departamento Espíritu Santo - Brasil.

Cruzamos primero a Ciudad del Este en Paraguay.

Desde allí hasta Río de Janeiro el pasaje en colectivo costaba 25% menos que desde Iguazú Argentina.











Uno cruza el puente internacional en colectivo de línea y debe estar muy atento porque no se detiene en migraciones y cruza los tres países sin ningún control.


Al ingresar nuevamente a Brasil intentaron cobrarnos una multa de 100 dólares por esta causa pero explicamos la situación y nos dejaron pasar.

Las Vivencias en Paraguay fueron breves pero intensamente dolorosas. 

El contraste entre la locura del consumo materialista y el contrabando por un lado 

y la cara más pobre y marginada de nuestros hermanos guaraníes


Llegamos a Río de Janeiro a las 6 de la mañana sin saber hacia donde seguir. 


Teníamos mal agendados nombres y datos. 









El valor de la comida 3 veces superior a la argentina, 

el alto costo del alojamiento y la imposibilidad de cambiar pesos o dólares por reales en la terminal nos llevaron a la playa Copacabana en colectivo en busca de divisas para continuar viajando. 

A las 6 de la tarde en invierno la playa estaba encantadora

La poca gente que había gozaba a su manera del lugar y sus ofertas

nos pusimos cómodos y hasta nos mojamos en el mar pero al caer el sol seguimos viaje

Nos asombró la gran ciudad, sus morros y sus fabelas 



las hermosas playas, 



y una serie de inscripciones geroglíficas presentes en todas las paredes, 

puentes y edificios que luego supimos se atribuyen a diferentes bandas del lugar.

descansamos un rato en la arena y cenamos una tapioca hecha con mandioca y banana por tres reales y medio.

luego volvimos a la terminal para viajar a Guasuí.


Arribamos a las 4 de la mañana del domingo día de la madre y la ciudad estaba desierta. 


Una pareja que nos vio perdidos nos ayudó a encontrar la casa de la familia que buscabamos y luego nos condujo a un hotel económico.

Nuestra dificultad con el idioma nos ponía aprueba a cada paso. Como no hallamos a la persona que buscábamos continuamos viaje.
 

Llegamos a la ciudad de Alegre.
 

Flaviana y Favio nos conocieron en el colectivo y generosamente nos ofrecieron su ayuda.
 

nos facilitaron conexión a Internet, averiguaron sobre personas y direcciones.
 

nos alojaron en su casa con total confianza
 

Y nos  ayudaron a hallar la Fazenda de Boa Sorte a unos 20km hacia el Sur

llegamos en taxi y pudimos reconocer el lugar por fotos de personas conocidas que hallamos en la casa
 

La convicción de llegar y el encantador trato de las personas del lugar hicieron posible el milagro y al cuarto día llegamos a la Toca do Murciego (Cueva del murciélago)

Donde el Capi nos recibió con deliciosas frutas del lugar. Gracias a todos y cada uno!!!

Íbamos por 3 días... 
Nos quedamos 3 meses.