Buscando a Belinda

La mañana del segundo día en Santa Cruz llovía y estaba frío. Teníamos que encontrarnos con María Ramírez para ir a Cotoca, pero estábamos empapados y nos refugiamos en un techito en la vereda junto a unos pibes vendedores de diarios.

 Allí, ellos recibían de un señor sus 30 diarios cada uno que debían vender en la mañana a razón de un Boliviano de ganancia por ejemplar (15 centavos de dólar).

  

Estábamos sentados tratando de secarnos la ropa cuando uno de ellos se acercó a nosotros con una factura y un vaso de café. 

Nos ofreció y sorprendidos le preguntamos cuanto le debíamos... Nos contestó sonriendo que no le debíamos nada y se retiró a vender sus diarios bajo la lluvia torrencial.

Se llama Cristian, es un niño de 14 años que todos los días hace este trabajo en la misma esquina con otros niños y niñas. Simplemente vestidos con ojotas y una capa de agua. 

Todos sonrientes asumen su tarea sin protestar, con humildad y son lo suficientemente generosos como para compartir su único y merecido desayuno con nosotros, turistas desconocidos que atinamos a pasar por allí.

Antes de salir de viaje, en Argentina, todos nos prevenían sobre los peligros en Bolivia... Nos asustaban con robos y malos tratos. Nosotros descubrimos Seres luminosos, humildes, trabajadores y alegres profundamente generosos que nos hicieron emocionar hasta las lágrimas.

En un descanso, Cristian regreso a dialogar con nosotros y al saber de donde veníamos nos preguntó ilusionadamente 
¿Conocen a Belinda? 
le preguntamos ¿quién es Belinda? 
es mi mamá, se fue a vivir a la Argentina hace seis años y yo la extraño.

Le explicamos que Argentina era muy grande, que no conocíamos a Belinda y conmovidos con su historia le escuchamos decir: "Cuando cumpla 18 voy a ir a buscarla"

Si alguien que lea este blog conoce a Belinda queremos que sepa que Cristian, su hijo en Santa Cruz, la Ama profundamente y necesita volver a encontrarse con ella.